Existen muchos casos en los que se produce un fraude durante el proceso de facturación. Uno de los fraudes más comunes es el cambio de datos de la factura durante el proceso de envío. Por ejemplo, el IBAN, lo que causa que la factura acabe siendo pagada a una cuenta falsa y el emisor nunca recibe el pago real de la factura. Existen otros casos como el uso de datos para la suplantación de identidad, además de otros usos fraudulentos. Estos problemas se pueden evitar gracias a las facturas electrónicas y una solución que garantice la seguridad.

Problemas:

Modificación de datos de las facturas

Existe una práctica fraudulenta llamada «Pishing». Consiste en interceptar una factura que se envía a través de correo electrónico, se modifica el método de pago o el IBAN y posteriormente se hace llegar al destinatario. El resultado es que el receptor acaba pagando la factura a una cuenta bancaria falsificada. Como consecuencia, el emisor de la factura nunca llega a recibir el pago.

Esta es una práctica más común de lo que parece y son muchas las empresas las que han sufrido pérdidas a causa de este procedimiento.

Robo de otros datos importantes

Relacionado con el punto anterior y teniendo en cuenta que el correo electrónico es un método de intercambio de información poco seguro, existen otros riesgos como el robo de información delicada que consta en las facturas.

Hay que tener en cuenta que las facturas contienen datos delicados, como información personal de personas o empresas, datos financieros, números de tarjetas de crédito, información bancaria y otros datos importantes que deben ser protegidos.

Suplantación de la identidad

La suplantación de la identidad es una práctica ilegal, en la que alguien suplanta o adopta una identidad de otra persona, con el objetivo de engañar u obtener un beneficio.

En el caso que estamos tratando, la suplantación de identidad puede usarse para generar y enviar facturas falsas a nombre de otra persona. Como consecuencia, el suplantador recibe el cobro de esas facturas que envía a nombre de otra persona o empresa, ya que el pagador piensa que es la persona real.

Soluciones:

Facturas electrónicas seguras

Funciona de tal manera que el emisor envía un correo electrónico que contiene un enlace. Cuando el receptor recibe este correo, utiliza el enlace para acceder y luego descargar la factura que se encuentra directamente alojada en la nube y a la que solo se puede acceder mediante ese enlace. De esta manera, aseguramos que nadie ha podido interceptar y modificar esa factura durante el envío del correo electrónico.

Evita la suplantación de identidad con las facturas electrónicas

Por norma general, los procesos de facturación electrónica evitan la suplantación de identidad de empresas y autónomos, ya que en muchos casos existen ciertas validaciones de los datos que contienen. Como consecuencia, a los usuarios se pide que verifiquen su identidad para enviar facturas electrónicas de forma segura. Esto quiere decir que se verifica la identidad de los emisores y también la identidad de los proveedores para evitar que alguien te envíe una factura falsa.